Amanece, que no es poco, en el pisito de la calle mayor donde vivo y me revuelvo en la isla mínima de mi cama mientras el sol que nace me va dorando las arrugas y me abre los ojos. Es un día estupendo, qué he hecho yo para merecer esto, y hay que volver a empezar. Todavía me queda un ratito de plácido descanso y en él me vienen a la mente las historias de la radio que escuché por la noche antes de dormirme y, entre ellas, las declaraciones del vicepresidente de la comunidad que tanto me gusta ( digo la comunidad), el crack del Pisuerga, el pequeño ruiseñor de Valladolid que ha vuelto a la caza con la escopeta nacional por esta que otrora fue tierra sin pan, unas manifestaciones típicas de los que añoran los viejos tiempos y a los guionistas de raza como el que viajaba en el Dragón Rapide. Se diría que el verdugo, en su nueva versión, ha regresado con la intención de que estemos algunos hombres y mujeres al borde de un ataque de nervios por este tipo de consideraciones trasnochadas que probablemente sólo pretendan sacar as bestas de nuestro interior y provocarnos escozor, como si nos picaran veinte mil especies de abejas. No me resigno, no quiero que me pille la vaquilla de la indiferencia ni convertirme en uno de los santos inocentes que tragan con lo que sea, de manera que desenfundo y disparo, en forma de escritura, alguna de las ochocientas balas argumentales que se me ocurren. Me calmo luego al fin, me embarco con mis pensamientos mar adentro y me refugio en la trinchera infinita de mis ideas con la esperanza de que llegará una belle époque en la que en el ágora de nuestro país podamos disfrutar de discursos más saludables y menos enrevesados que la lengua de las mariposas. Igual es mucho esperar y estoy pensando en lo imposible, la gran familia que deberíamos ser y en la que tendríamos que avanzar guiados por la buena estrella. Lo que quería decirle, señor García Gallardo, que me estoy liando, es que a mí sí que me interesa el cine español y que las que no me interesan para nada son las películas que usted propone, para las que no pienso sacar entrada. Y otra cosa: sueño con que seamos campeones en breve y con que Jota convierta con su magia a Goya en Óscar por su estupenda La sociedad de la nieve.
Españoleando
Sueño con que seamos campeones en breve y con que Jota convierta con su magia a Goya en Óscar por su estupenda La sociedad de la nieve.</strong>
17/February/2024