CAOS

 “Los hospitales son el infierno” (Fermín Castro)
José Miguel García Conde
José Miguel García Conde

Todo es caos. La factura de la luz es un caos; el número de muertos por el coronavirus; las camas de las ucis; la esperanza de la gente; el número de bares y restaurantes que han tenido que cerrar; la lista de la compra; la cantidad de parados que anhelan un empleo; el precio de las mascarillas y del gel hidroalcohólico; el Congreso de los Diputados; las clases masificadas en los colegios, los pisos vacíos y el número incesante de familias que son desahuciadas; el precio de los alquileres; el rey emérito; la muerte de Maradona; las ciudades y la contaminación; el ruido de mi vecino a las tres de la mañana; la luz de las farolas en medio de la noche; la cantidad de mujeres maltratadas; los jueces que miran para otro lado; las vacunas y las farmacéuticas; el Brexit y el independentismo; ese perro que resiste debajo de la lluvia y apenas tiene para comer; las bombas sobre Siria; los Altos del Golán; la Conferencia Episcopal Española; la valla de Melilla y la patera que acaba de naufragar; las rebajas de El Corte Inglés; Ikea, Amazon y el 5G; el toque de queda; las hipotecas y sus comisiones abusivas; la declaración de la renta; las células cancerígenas que campan a sus anchas por el cuerpo; la fiebre de mi hijo; la pobreza energética; Ayuso y la privatización de la sanidad pública; volver a casa por Navidad; las 17 autonomías. Caos. Todo es un inmenso caos. Y, sin embargo, te observo esta mañana fría y lluviosa de diciembre y todo me resulta menos caos.